Este miércoles en sesión especial convocada por el oficialismo, se
trató en diputados el proyecto de ley que modifica el sistema de las
Aseguradoras de Riesgo de Trabajo (ART), lo que provocó nuevamente
reacciones por el tratamiento express dado por el Kristinismo en la
HCDN.
La fueguina Liliana Fadul criticó nuevamente el procedimiento y sobre
el proyecto afirmó que el dictamen oficialista fue firmado antes de que
se invite a los trabajadores a dar su opinión, también cuestionó que se
dé prioridad a la reparación económica y no a la salud del trabajador,
para objetar severamente la intención de impedir la vía judicial a los
trabajadores que acepten “en estado de vulnerabilidad” la reparación que
propongan las ART. Fadul fue muy crítica con el proyecto que iguala
asignando un 20 % de variación, a todos los trabajadores sin considerar
el daño que sufrieren.
En su discurso la diputada del Fedral Fueguino expresó que en primer
lugar quiero mencionar algo que ya he dicho en otras oportunidades,
quiero referirme, como tantas otras veces, al tratamiento que se le ha
dado a este Proyecto, crítica que haré tantas veces como el oficialismo
elija imponer el número sin miramientos, inmerso en una metodología que
no le sirve a nadie y menos a nuestros representados.
Agregando que, es así como asistimos hace unos días a la presentación
del Proyecto, que estamos tratando, donde el Ministro de Trabajo y
Seguridad Social y el Superintendente de Seguros nos explicaron sus
supuestas bondades.
Ni siquiera estaba cerca de concluir la reunión del plenario, cuando el
oficialismo comenzó a firmar el dictamen que hoy tratamos como de
mayoría. Luego se convocó para una semana después a quienes debieran ser
los grandes destinatarios en la reforma que se viene a impulsar, es
decir, a los trabajadores.
Lo realmente preocupante, es que ni siquiera se había oído, a los trabajadores.
Por si no se entendió, se convocó luego a una reunión para escuchar a
los principales destinatarios del proyecto, como bien supo interpretar
un dirigente gremial “con todo cocinado”, esa fue la definición.
Una ley para los trabajadores, donde ni siquiera se los escucha en
tiempo y forma, donde se los invita a que se expresen con el dictamen
firmado y no se hace presente la mayoría de los legisladores
oficialistas, no puede ser avalada, por lo menos por este bloque.
Es imposible hacer oídos sordos a los reclamos de todos los sectores
que se manifestaron contrarios a la reforma y declamar lo que se
declama.
El camino que transita, blindando los proyectos del poder ejecutivo,
sin considerar los aportes de otras fuerzas políticas, termina
resultando perjudicial para todos. Dicho esto es que pasaré a hacer
algunas consideraciones del Proyecto en particular.
En primer lugar, algo que ya se ha dicho, pero que creo es
imprescindible repetir: El primer error está íntimamente ligado a la
forma de encarar la reforma de un sistema que todos estamos convencidos
que hay que modificar.
El eje de toda discusión relativa a los accidentes de riesgo de trabajo debe ser la PREVENCIÓN, minimizar la siniestralidad al máximo posible, ese debería ser el objetivo principal de todo proyecto que se pretenda encarar.
Por supuesto que luego de un accidente, debe asegurarse al trabajador una justa y rápida reparación, pero ocuparse primero de ésta, soslaya lo que debería ser nuestra principal preocupación: La salud de los trabajadores.
Por otro lado, algo que también ha sido dicho, repetido ya por otros
diputados y que es presentado por el oficialismo como una de las grandes
bondades del proyecto. La prohibición de la doble vía.
La opción excluyente de
recibir la reparación de la ART o acudir a la justicia es, además de
claramente inconstitucional, un despropósito si lo que realmente se
busca es defender al trabajador, si lo que se quiere es velar por sus
intereses.
Y aquí no me voy a referir a la progresividad que debe marcar el avance
del derecho laboral ni a ningún otro aspecto jurídico, sino simplemente
trataré de apelar al sentido común.
Imaginemos por unos segundos la lamentable situación en la que un
trabajador sufre un accidente de trabajo y, tal como indica el proyecto,
a los 15 días la ART le informa la suma que le ofrece como reparación.
¿El accidentado, o sus derechohabientes en el peor de los casos, van a estar realmente en condiciones para tomar semejante decisión?
¿Es posible separar esta elección de un muy probable estado de necesidadde quien se busca proteger?
La opción que se les está dando a los trabajadores es muy simple: La reparación ahora o el ejercicio de sus derechos. Y claro, en el momento de su mayor vulnerabilidad.
¿Es esto en beneficio del trabajador, o de quienes?
Basta con sopesar los sectores que acompañan esta iniciativa y los que
la rechazan para darse cuenta que el relato oficialista esta nuevamente
disociado de la realidad. Mucho más honesto hubiera sido admitir que
este Proyecto no mejora la situación de los trabajadores, que intentar
justificar lo injustificable.
El argumento de intento de reducir la litigiosidad apoyándose en una
disminución de derechos para los trabajadores es el regreso a una
Argentina que no deseamos.
Existe otro elemento que muestra a las claras la forma como se
considera al trabajador en el proyecto del oficialismo: El 20% que se
propone agregar para que la reparación sea integral.
Y me pregunto Sr Presidente: ¿Todos los accidentes son iguales?
Pretender fijar un porcentaje igual para todos es deshumanizar al trabajador.
Ahora resulta que son un número, son todos iguales, la reparación integral vale para todos un 20% más.
Tarifar para llegar a una reparación integral es irreconciliable con el
mismo concepto de integralidad al que se pretende arribar.
Creo que es necesaria una reforma, pero esta propuesta está lejos de ser una solución, y avanza en un camino inaceptable.
Los trabajadores se quejan al punto de sentirse discriminados, como
escuché decir a algunos dirigentes gremiales el martes de la semana
pasada.
Los especialistas están en desacuerdo, el bloque mayoritario que suele
actuar sin fisuras, muestra disidencias, todas demostraciones de que se
está equivocando el camino.
Aquí se nos está proponiendo nada más y nada menos que un remedio neoliberal que ya sabemos no sirve para llegar a la cura.
¿O no tuvimos ya sobradas experiencias en el pasado?
Para finalizar Chispita Fadul trajo al recinto palabras del creador del
PJ, expresando: “No por nada señora presidente Perón dijo: “La
verdadera democracia, es aquella donde el gobierno hace lo que el pueblo
quiere, y defiende un solo interés, el del pueblo”.
Por todo esto, desde el bloque del Partido Federal Fueguino, no voy a
acompañar el dictamen de mayoría, con la decepción, si, con decepción,
de saber que se va a desperdiciar
una nueva oportunidad, no ya del oficialismo ni de la oposición, sino
de todos los argentinos, y con la tristeza de saber que los mayores
perjudicados serán aquellos a quienes más deberíamos proteger.