ULTIMAS NOTICIAS

 


only display title if it's non-empty

LOCALES

GREMIALES

SOCIALES

martes, julio 27, 2010

GLIFOSATO cierre de fábricas por falta de materia prima en China, sera por eso que vienen a Río Grande?



El cierre de fábricas chinas causa la escasez mundial del herbicida agrícola más usado.

El glifosato, el herbicida más utilizado en la agricultura mundial, y desde luego en la citricultura valenciana, ha subido repentinamente de precio. Casi un 50% de aumento durante las últimas dos o tres semanas. El agricultor pagaba alrededor de 3-4 euros por litro de marcas 'blancas' y unos 6-7 por la marca líder Roundup, de la multinacional Monsanto, y ahora han pasado a ser 4,5-5 euros para las primeras y 8 para la segunda.

Y no sólo consiste el problema en las subidas de precios. Es que llega a haber escasez en el mercado. Cooperativas y almacenistas de productos fitosanitarios no logran abastecerse de las fábricas formuladoras en las cantidades que desean para atender a sus clientes y, en consecuencia, los agricultores no consiguen adquirir todo el producto que necesitan. Unos racionan a otros, en una práctica que parece un tanto rara en un mercado acostumbrado a la abundancia e incluso, en el caso de este herbicida, a una paulatina bajada de precios durante los últimos años. Ahora, en cambio, no todos pueden adquirir los litros que desean, los distribuidores restringen al máximo el suministro y los precios son notablemente más caros.

¿Qué ha ocurrido para llegar a este punto? La causa fundamental está en el cierre de fábricas de materia prima en China. En unos casos se trata de fábricas de glifosato y en otros de pmida, un producto precursor para obtener después el herbicida. A raíz de ello se ha desequilibrado el mercado mundial, precisamente en unos momentos en los que también está en reestructuración una gran fábrica de Argentina y todavía no ha entrado en funcionamiento una nueva factoría que se construye en Brasil.

Para terminarlo de complicar, el alza mundial de los precios de cereales y oleaginosas, como consecuencia del aumento de la demanda alimentaria y para biocombustibles, ha redoblado de forma repentina las siembras de grano en todo el planeta y esto ha hecho crecer más aún la utilización de glifosato, pues en los últimos tiempos se ha generalizado su empleo en la práctica de la llamada siembra directa. Esta consiste en que se entierran las semillas directamente en el suelo, sin labrar la tierra, y previamente se rocían con dicho herbicida las malas hierbas que haya sobre el suelo, para eliminar su posterior competencia con las plantas cultivadas.

La técnica de la siembra directa ha sido desarrollada por la compañía Monsanto, obtentora a la vez del glifosato, que comercializa en todo el mundo bajo la marca Roundup. Dada su mayor comodidad y abaratamiento de costes, se ha generalizado esta práctica en casi todo el mundo, y se ha logrado que aumente el consumo de glifosato.

Cuando terminó el plazo exclusivo de patente de Monsanto, otras compañías comenzaron a fabricar el producto en distintos países, sobre todo en China, lo que propició un rápido abaratamiento de los precios. En los primeros años ochenta, un litro de Roundup llegó a costar en España cerca de tres mil pesetas (18 euros), ahora cuesta entre la mitad y un tercio, y menos aún si se trata de marcas ajenas a la firma obtentora de esta materia.

El motivo del cierre de las factorías chinas parece que está relacionado con problemas de contaminación y procesos de fabricación obsoletos. El Gobierno de Pekín está interesado en mejorar la imagen del país ante las próximas Olimpiadas. También se rumorea que hay planes para reconstruir alguna de estas fábricas, con criterios más modernos y fuera de los cascos urbanos donde estaban, y que la propia Monsanto está invirtiendo en ello, para copar más protagonismo en el mercado mundial del glifosato. Si es así, en el futuro no escaseará como ahora, pero los precios ya no volverán a ser los que eran.


El glifosato

Cuando en mayo de 1970, John E. Franz, un investigador de la división de productos agrícolas de Monsanto durante casi 40 años (1955-1994) sintetizó el glifosato, posiblemente no pudo imaginar el inmenso suceso que su herbicida, luego de más de 30 años tendría aún entre los agricultores consumidores del producto en todo el mundo. Si bien el efecto, sobre las plantas es el mismo – es un “matayuyos” total – las formas de manejo y objetivos de control fueron cambiando con el tiempo.
El glifosato, es un herbicida de amplio espectro, no selectivo y de acción sistémica, altamente efectivo para matar cualquier tipo de planta, que es absorbido principalmente por las partes verdes de los tejidos vegetales. Una vez ingresado en la planta, inhibe la acción del ácido shikimico, paso obligado hacia la síntesis de tres aminoácidos esenciales, presentes en las plantas superiores y ciertos microorganismos, pero no en animales.
Existen docenas de marcas comerciales en todo el mundo, que lo incluyen en sus productos sobre la base de tres formulaciones bajo el nombre de glifosato: glifosato isopropilamina y glifosato sesquisódico, cuyas patentes pertecen a Monsanto y glifosato trimesium patentado por Zeneca en su momento (Pesticides News, 1996).
Las ventas mundiales de glifosato, superan los 1.500 millones de dólares y se estima que rondarán los 2.000 millones de dólares durante el próximo quinquenio, cifra equivalente a más de 40.000 toneladas de ingrediente activo (Dinham, 1998). Actualmente las ventas del herbicida representan cerca del 40 % del mercado de agroquímicos a nivel mundial de Monsanto (4.032 millones de dólares en 1998). El glifosato cubre más del 60 % de las ventas totales mundiales de herbicidas no selectivos, y tendrá aún un crecimiento mayor al incorporarse masivamente los eventos transgénicos relacionados con su consumo. En Argentina, de 521,5 millones de dólares en 1994 el mercado de agroquímicos pasó a 924,6 millones en 1997, y de ese valor el 70 % corresponde a herbicidas (Esquivel, N, 1998). En los años siguientes, se produjo una baja en el valor de las ventas, pero no en los volúmenes comercializados, debido especialmente al precio cada vez más bajo que el herbicida glifosato tuvo en el mercado, que ronda los 3 a 4 dólares en promedio, y que ha reemplazado en este corto plazo, a la mayoría de los otros productos disponibles. La facturación de la División Latinoamérica Sur (en la cual la filial argentina aporta más del 80 %) de la compañía Monsanto pasó de 230 millones de dólares en 1997 a más de 600 millones en 1999 (Esquivel, op.cit).
En la Argentina existen actualmente cuatro empresas con el equipamiento como para producir glifosato ácido (dos de ellas son norteamericanas y las otras 2, argentinas). Existen además 14 empresas con equipamiento como para realizar formulaciones de glifosato, partiendo de cualesquiera de las formas en que ingresa dicho producto básico al mercado. De estas, tres son norteamericanas y 11 argentinas. La compañía Monsanto, puede integrar ambos grupos.
En general, para obtener glifosato, se puede apelar a dos procesos de producción diferentes, que conviven en el mercado mundial: a) el de vía glicina, desarrollado por China y b) el de vía IDA y PMIDA desarrollado por Monsanto. Recientemente, para el caso argentino Monsanto ha presentado al gobierno argentino su protesta por el aparente dumping que se produciría por el ingreso al mercado argentino de glifosato proveniente de China. En este sentido, un mercado que es oligopólico de hecho, se vería doblemente afectado comercialmente, si se diera lugar a la petición, dado que la principal empresa competidora, Atanor, compra glifosato chino por ser los precios de este más barato. Una disputa comercial que se exacerbará con el correr del tiempo.
Según la Organización Mundial de la Salud, la toxicidad aguda del glifosato es baja, con una DL50 en ratas de 4,230 mg/kg. Esta baja toxicidad – que en la actualidad comienza a ser revisada por los órganos de control – podría ser atribuida al mecanismo de acción del herbicida en plantas, que no se encuentra en animales. Sin embargo, el glifosato podría también afectar funciones enzimáticas en animales (Pesticide News, op. cit) y otros efectos que nos demandan una revisión más exhaustiva de sus impactos derivados.

DESTACADA

NACIÓN CONFIRMÓ OFICIALMENTE LA INCORPORACIÓN DEL SECTOR TEXTIL A LA PRÓRROGA DEL SUBRÉGIMEN DE PROMOCIÓN INDUSTRIAL

Fue en un encuentro que se desarrolló en el Ministerio de Economía de la Nación, encabezado por Sergio Massa, junto a la ministra de Traba...

 
Copyright © 2013 Mujeres o Demonios
Powered by Blogger Templates